lunes, 10 de diciembre de 2012

RIO PEQUEÑO, TRUCHA GRANDE

"Martin y yo fuimos a ver si encontrábamos algún pequeño rio truchero en el vecindario. Encontramos un río prometedor y preguntamos al propietario del terreno si podíamos echar un tiento. -Si- nos dijo, -pero no creo que pesquéis nada. No he visto ningún pez y nadie viene aqui a pescar-. Bueno, mira lo que encontramos..."
 
 
 
No hay mayor satisfacción que encontrar un tesoro olvidado, allí donde todos dan por hecho que no hay nada... sin haberlo intentado.
Quizá  cerca de casa tenemos tesoros, ¿los encontraremos?

sábado, 8 de diciembre de 2012

EN BABIA


 
 
 
 
 
Me gusta estar en Babia, no sólo por mi fama de despistado, sino por trepar esos montes que los reyes de otro tiempo contemplaban para huir del bullicio de la Corte.
 
Antes que río, el agua es nieve que duerme en las cumbres, así que hemos subido buscando los ríos de la siguiente primavera.
Siguen dormidos en las laderas, apenas un regato murmura valle abajo y el macizo de las Ubiñas se crece con las nieves dominando el paisaje. Así debió ser cuando los glaciares oprimían Europa. Un puñado de ríos sureños escondían las truchas aguardando el momento de regresar al norte.
 
 
Calzamos zapatones de raqueta para poder caminar y jugamos con espadas de luz. El tiempo está congelado, nos hemos quedado atrapados en la infancia, la verdadera patria, la que nos deja en Babia lejos del bullicio de la Corte.